A través de la parábola de la cizaña,
Jesús nos ha mostrado que la verdad y la falsedad
(desafuero) coexisten en este mundo hasta el fin de los tiempos,
y que solo el pueblo de Dios que guarda el nuevo pacto
finalmente entrará en el glorioso reino de Dios,
como el trigo.
Nadie pudo recibir las bendiciones del perdón de pecados
y la salvación hasta que Cristo Ahnsahnghong vino a esta tierra
como el David profético para restaurar la Pascua del nuevo pacto
y para guiar a su rebaño descarriado a Dios Madre como sus pastores.
Yo apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el Señor. Ezequiel 34:15
Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama. Lucas 22:20
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