Todos los hombres son pecadores que fueron arrojados a la tierra después de haber cometido graves pecados en el cielo. Podemos regresar al cielo solo después de recibir el perdón de pecados de Dios quien es el Juez, al vivir una vida de arrepentimiento de acuerdo con la voluntad de Dios en la tierra, la prisión espiritual.
Tal como Jesús dijo: “Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” solo podemos regresar al cielo, nuestro hogar, cuando nacemos de nuevo al guardar las leyes de Dios, al hablar palabras de gracia, y al hacer obras justas, según la enseñanza del Padre Ahnsahnghong y Dios Madre.
Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
Mateo 10:27-28
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