El mandamiento de Dios visibiliza nuestra fe que es invisible.
La prueba del arrepentimiento, que es invisible, es predicar.
Dios comprueba si creemos o no en Él
viendo si guardamos o no sus mandamientos,
y no por nuestra apariencia. Él aprueba al que
predica como aquel que se ha arrepentido sinceramente.
“Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre” Lucas 3:8
El arrepentimiento se completa mediante la predicación
Los miembros de la Iglesia de Dios están cumpliendo la misión
de predicar deshaciéndose del viejo hombre
y vistiéndose del nuevo, para tener un completo
arrepentimiento según las enseñanzas de Jesús.
Aquel que se ha arrepentido sinceramente, llega a compartir
su entendimiento sobre la verdad y la gracia
de la salvación alegremente con otras personas.
- Fecha de publicación
- 2021. 03. 29
- Simpatía
- 649
