Las personas repiten su ocupada rutina diaria, comiendo y durmiendo. Trabajan duro toda su vida para obtener riquezas, honor y poder o solo para mantenerse. Sin embargo, todos mueren al final. Lo que es más temible que la muerte del cuerpo, es el juicio después de eso.
“Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio…” He. 9:27
Así como los actos criminales se registran en cámaras de CCTV, todo lo que hacemos en esta tierra se graba en los libros del cielo.
“…Y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.” Ap. 20:12
Que el acusado sea hallado culpable o no, y qué sentencia le será dada, se determinan de acuerdo con los libros de las leyes de esta tierra. Del mismo modo, si una persona va al cielo o al infierno después de la muerte, se determina de acuerdo con la Biblia.
“… y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.” Ap. 20:13-14
La Biblia dice que hay algunas personas especiales que no serán juzgadas culpables.
“Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos…” Ap. 20:6
¿Qué debemos hacer para tener parte en la primera resurrección y evitar ser juzgados y castigados en el lago de fuego del infierno?
En la Biblia, Dios nos muestra claramente cómo participar en la primera resurrección.
“El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.” Jn. 6:54
Para participar en la primera resurrección, debemos comer la carne de Jesús y beber su sangre. Entonces, ¿cómo podemos comer la carne de Jesús y beber su sangre?
“…Tomad, comed; esto [el pan de la Pascua] es mi cuerpo… Bebed de ella todos; porque esto [el vino de la Pascua] es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.” Mt. 26:26-28
Al guardar la Pascua del nuevo pacto, comemos la carne de Jesús y bebemos su sangre, y recibimos el perdón de todos nuestros pecados. Ya que somos perdonados de nuestros pecados, podemos participar en la primera resurrección.
Todas las cosas terrenales que la gente valora son inútiles ante el tribunal de Dios después de la muerte. Sin embargo, es importante participar en la primera resurrección, guardando la Pascua del nuevo pacto que Jesús estableció a través de su carne y su sangre.
Porque solo los que tomen parte en la primera resurrección podrán evitar el castigo del infierno. Esperamos que celebre la Pascua del nuevo pacto restaurada por el Señor Ahnsahnghong, Cristo en su segunda venida, para que tenga la vida eterna y viva en gloria eterna en el reino de los cielos.
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