El hombre no puede saber lo que se avecina.
Sin embargo, Dios prevé la eternidad y nos conduce a la salvación.
Por lo tanto, debemos creer absolutamente en Él y depender de Él.
En la época del Padre, los que siempre dijeron “sí”
a Jehová, y en la época del Hijo
los que dijeron “sí” a Jesucristo,
en la época del Espíritu Santo, los que dicen “sí”
al Padre Cristo Ahnsahnghong y a Dios Madre
pueden recibir las bendiciones eternas
como Pedro, Juan, Noé, Abraham, Gedeón y Josué.
En esta época del Espíritu Santo, debemos creer
las bendiciones contenidas en las palabras de Dios Elohim,
que nos dijo que predicáramos en Samaria y hasta lo último de la tierra
el evangelio del nuevo pacto.
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, […] así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Isaías 55:8-9
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