Cuando Noé construyó el arca, cuando Moisés dividió el Mar Rojo,
cuando Gedeón fue a la guerra contra Madián y cuando José se convirtió en gobernador de Egipto, todos pasaron por sufrimientos.
Sin embargo, la asombrosa mano de Dios estaba escondida allí para dar grandes bendiciones a aquellos que obedecían la palabra de Dios.
En esta época, el Espíritu Santo Cristo Ahnsahnghong y la Esposa, Dios Madre, han venido a esta tierra, y los miembros de la Iglesia de Dios que han sido guiados a Sion están saliendo a predicar el evangelio por todo el mundo; estos son la obra y la mano de Dios conferidos a la humanidad para la salvación en la época del Espíritu Santo.
Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; […] Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación. Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, […]
Génesis 45:5–8
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