Morimos por lo que comemos, y vivimos por lo que comemos

Dios concedió la carne y la sangre de Jesús,
la realidad del árbol de la vida, a través de la Pascua

En el día de la Pascua, Jesús proclamó el nuevo pacto a través del cual podemos comer su carne y beber su sangre y recibir la vida eterna. Jesús mismo nos dio a conocer que Él es el árbol de la vida en Edén.

Esta importante Pascua fue abolida en 325 a. C.
y no se guardó durante el largo tiempo de 1600 años.
Hoy, sin embargo, la Pascua ha sido restaurada, y el camino al árbol de la vida se abrió nuevamente.

Ahnsahnghong, Cristo que vino por segunda vez de acuerdo con la profecía, abrió el camino al árbol de la vida que había estado cerrado por mucho tiempo.

Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados […]. Destruirá a la muerte para siempre […]. Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, […] Isaías 25:6-9