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La familia celestial es la realidad de la familia terrenal (He. 8:5).
Como hijos de Dios, tenemos que jactarnos valientemente de nuestros Padres celestiales, Dios Padre y Dios Madre, a dondequiera que vayamos.
(Historia de un hijo que volvió su rostro del sacrificio de su madre, y otro hijo que se jactó de su madre.)
Como hijos de Dios, tenemos que jactarnos valientemente de nuestros Padres celestiales, Dios Padre y Dios Madre, a dondequiera que vayamos.
(Historia de un hijo que volvió su rostro del sacrificio de su madre, y otro hijo que se jactó de su madre.)
Estos confían en carros, y aquéllos en caballos;
mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria [nos jactamos].Salmos 20:7
Dios Padre y Dios Madre vinieron a esta tierra para cargar nuestros pecados.
Llevar la dolorosa vida humana con nosotros es digno de recibir alabanza de todo el mundo.
La obediencia del amor filial espiritual
En la vida de la fe, las obras como la fe y la obediencia
se hacen por amor filial hacia los Padres espirituales.
Los antepasados de la fe como Noé, Abraham, Daniel y sus tres amigos cumplieron su deber filial hacia Dios confiando en sus palabras y obedeciéndolas.
- Fecha de publicación
- 2018. 10. 08
- Simpatía
- 1.936
