Aunque la obra que Dios hizo en la tierra pueda parecer humilde, los santos como Abraham, Zaqueo, el centurión, María y Pedro entendieron correctamente a Dios y lo reverenciaron, por lo que recibieron grandes bendiciones.
Al igual que en el caso de los santos de la iglesia primitiva que recibieron a Jesucristo, a aquellos que reciben y temen a Dios Ahnsahnghong y Dios Madre en esta época, Dios les prometió la autoridad de convertirse en hijos de Dios y el glorioso reino de los cielos.
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” Juan 10:27-28
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