Esta es una historia después de que Alejandro Magno estableciera el reino de Grecia.
Alejandro Magno, quería que tener su retrato propio, así que llamó a todos los pintores famosos del reino.
Todos los pintores que fueron a pintar su retrato estaban sorprendidos.
Esto era debido a que tenía una cicatriz muy prominente en la parte derecha de su rostro.
En este momento, el pintor que más respetó a Alejandro Magno apareció.
El pintor hizo que Alejandro Magno se sentara en la mesa apoyando una mejilla en la mano.
Finalmente, al ver su retrato, dijo:
Otorgadle un gran premio.
Así como Alejandro Magno tenía una cicatriz en su mejilla,
todos tenemos algo que no queremos revelar o expresar.
¿Por qué no mostramos y elogiamos los puntos fuertes de las personas en vez de señalar sus puntos débiles?
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