“El hombre que reedifica esta ciudad de Jericó, perderá a su primogénito y a su hijo menor”.
La profecía de Josué no desapareció después de quinientos años, sino que se cumplió exactamente.
Del mismo modo, todas las profecías escritas en la Biblia se están cumpliendo, hasta el más mínimo detalle.
“Los pueblos de todo el mundo vendrán a la Iglesia de Dios
para aprender las enseñanzas de Dios Madre”.
Hoy, la humanidad puede presenciar que se están cumpliendo las palabras de Cristo Ahnsahnghong sobre la gloria de la Madre Jerusalén celestial.
Es porque sus palabras son las profecías de la Biblia que Dios ya predijo a través de muchos profetas como Isaías, Jeremías, Ezequiel, Zacarías y el apóstol Juan.
Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, […] que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
2 Pedro 1:19-21
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