Podemos ver el poder de la palabra de Dios cuando Adán y Eva murieron al comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, cuando el ladrón a la derecha de la cruz fue salvo, cuando los dos ciegos fueron curados y cuando la mujer que había estado de flujo de sangre durante doce años fue sanada, y a través del hecho de que quien coma la carne de Jesús y beba su sangre participando del pan y el vino de la Pascua recibirá el regalo de la vida eterna.
En la época del Hijo, solo Jesús dio el agua de la vida a los que vinieron a él en el Último y gran Día de la Fiesta de los Tabernáculos. En la época del Espíritu Santo, los que vengan a Cristo Ahnsahnghong y a Dios Madre, que vinieron como el Espíritu y la Esposa, recibirán el agua de vida, es decir, el Espíritu Santo la cual nos permite lograr todas las cosas por el poder de la palabra de Dios.
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él;
Juan 7:37-39
Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
Apocalipsis 22:17
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