El pecado de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal se transmite a la humanidad de Adán y Eva en el huerto del Edén.
Para que la humanidad se libere del pecado, se necesita la verdad del árbol de la vida que permite a los que participan en él tener vida eterna.
Solo aquellos que comprenden el sacrificio y el amor de Cristo Ahnsahnghong y la Madre celestial, que han traído el árbol de la vida, y guardan esta verdad de todo corazón, pueden ser liberados del pecado de la muerte.
El pecado de la muerte, que fue heredado de Adán, debe ser quitado de las personas que quieren ser salvas y entrar en el reino de los cielos.
Por lo tanto, Cristo Ahnsahnghong vino a esta tierra por segunda vez y trajo la Pascua del nuevo pacto, la verdad del árbol de la vida, para perdonar los pecados de toda la humanidad y darles la herencia del reino de los cielos.
Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.
1 Juan 2:25
Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; . . .
Juan 6:53–54
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