Dios vino a esta tierra para mostrar a la humanidad el camino al cielo y el camino al perdón de los pecados. Sin embargo, la mayoría de las personas no reconocieron a Jesús, que vino en la carne, sino que lo persiguieron, llamándolo hereje, diciendo: “¿Cómo puede un simple hombre hacerse Dios?”, y finalmente lo crucificaron. Del mismo modo, hoy no creen en Cristo Ahnsahnghong, que vino de nuevo para la salvación de la humanidad.
Para no ser como los que crucificaron a Jesús y se apartaron de la salvación hace dos mil años, debemos guardar las fiestas solemnes del nuevo pacto en Sion, la morada de Dios que prometió venir en los últimos días, y recibir a Dios Ahnsahnghong y a Dios Madre que ha venido a esta tierra en la carne.
Yo y el Padre uno somos. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. […] Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.
Juan 10:30-33
así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
Hebreos 9:28
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