La vida de oración y el arrepentimiento

La semana de oración desde la Fiesta de las Trompetas hasta el Día de Expiación es un tiempo para reflexionar sobre nosotros mismos

La Fiesta de las Trompetas y los diez días de oración, que la Iglesia de Dios guarda, son un tiempo para confesar y arrepentirnos de todos nuestros pecados cometidos durante el último año. Por eso, el pueblo de Dios debe hacer preparativos para el Día de Expiación arrepintiéndose por completo durante la oración.

Dejar de orar es lo mismo que dejar de respirar espiritualmente

Cuando un alma deja de orar, que significa respirar, sufre en gran manera. Jesús, que vino hace dos mil años, y Cristo Ahnsahnghong y Dios Madre, que han venido en esta época del Espíritu Santo, nos enseñaron el poder de la oración, diciendo: “Pedid, buscad y hallad”, y nos dieron ejemplo de seguir el camino del evangelio con oración.

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Mateo 7:7-11