Las cosas que agradan a Dios están registradas en los libros de Lucas, Hebreos, Jeremías y Proverbios.
Son el arrepentimiento del pecador, la fe sincera, jactarse de Dios y ser perfectos del camino. Dios nos enseñó que todo esto puede lograrse mediante la obra de la predicación que lleva a muchas personas a la salvación.
Los hijos de esta tierra hacen a sus padres los regalos que les agradan de todo corazón.
Del mismo modo, los hijos celestiales hacen lo que más agrada al Padre celestial Cristo Ahnsahnghong y a Dios Madre.
Tal como ordenó Jesús hace dos mil años, dedican sus corazones a encontrar a los miembros perdidos de la familia celestial.
Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz
(porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor.
Efesios 5:8-10
el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
1 Timoteo 2:4
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