Incluso hoy en día, en el mandamiento de Dios de guardar el nuevo pacto, como el Día de Reposo y la Pascua, existe su profunda voluntad, similar a cuando Dios dijo a Adán y Eva en el huerto de Edén: “No comáis del árbol de la ciencia del bien y el mal” para bendecirlos.
Contiene la voluntad final de conceder bendiciones a la humanidad a través del nuevo pacto.
Si solo confiamos en nuestra propia experiencia y conocimiento y consideramos humildes las palabras de Dios, al final nos seguirán las dificultades y las desgracias.
Cristo Ahnsahnghong y Dios Madre nos han enseñado que cuando consideramos la palabra de Dios tan preciosa como lo hicieron Daniel, Sadrac, Mesac y Abednego, recibiremos bendiciones y gloria que sorprenderán al mundo.
Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis y poseáis la tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros padres.
Deuteronomio 8:1
Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.
Deuteronomio 28:1
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