En la época de Moisés, Dios salvó de la plaga a los israelitas que guardaron la Pascua y castigó a todas las casas de Egipto que no la guardaron. Esto nos muestra cuál es el camino para salvarnos de los desastres y recibir la vida eterna también en esta época.
La Pascua del nuevo pacto es el día en que la humanidad hereda la carne y la sangre de Dios y es sellada como hijos de Dios, y es el día en que es perdonada de sus pecados cometidos en el cielo y recibe la bendición de la vida eterna.
Por eso Dios da una oportunidad más para celebrar la Pascua el día 14 del segundo mes según el calendario sagrado, deseando ansiosamente que todo el mundo celebre la Pascua y reciba la salvación.
Habla a los hijos de Israel, diciendo: […] celebrará la pascua a Jehová. En el mes segundo, a los catorce días del mes, entre las dos tardes, la celebrarán; con panes sin levadura y hierbas amargas la comerán. […] si dejare de celebrar la pascua, la tal persona será cortada de entre su pueblo; por cuanto no ofreció a su tiempo la ofrenda de Jehová, el tal hombre llevará su pecado.
Números 9:10-13
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