Gedeón era el más pequeño de su familia que pertenecía a la tribu más débil entre todas las tribus de Israel.
Sin embargo, fue capaz de derrotar a 135 000 hombres madianitas con trescientos soldados, obedeciendo la palabra de Dios.
Moisés y Josué también ganaron la batalla contra los amalecitas obedeciendo la palabra de Dios.
De la misma manera, incluso hoy, la victoria de todas las situaciones viene de creer en la ayuda de Dios y obedecerlo.
Tal como profetizó Isaías, “Dios hará del más pequeño una nación poderosa”, serán bendecidos aquellos que comprenden que todo en esta tierra se está cumpliendo según el plan de Dios y obedecen la palabra de Dios, incluso en lo que parece trivial.
Entonces le respondió: […] He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.
Jueces 6:15-16
Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme. El pequeño vendrá a ser mil, el menor, un pueblo fuerte. Yo Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido pronto.
Isaías 60:21-22
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