Los 66 libros que la componen contienen el camino para llegar al Salvador y la sabiduría para discernir la verdad del error. Por eso, Dios nos advierte que no añadamos ni quitemos nada de ella, sino que sigamos únicamente sus palabras. Hace dos mil años, solo Jesús clamó: “Venid a mí para recibir el agua de la vida”, pero ahora nos ha enseñado que debemos acudir al Espíritu y a la Esposa para recibir el agua de la vida y alcanzar la vida eterna.
El profeta Isaías anunció que Dios guiaría a sus hijos hacia la fuente del agua viva. Dios Ahnsahnghong, el Espíritu Santo que ha cumplido todas las profecías bíblicas, ha guiado a la humanidad hacia la Madre Jerusalén celestial, la Esposa del Espíritu Santo y fuente del agua de la vida.
Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente. Apocalipsis 22:17
Así dijo Jehová: En tiempo aceptable te oí, y en el día de salvación te ayudé; [...] porque el que tiene de ellos misericordia los guiará, y los conducirá a manantiales de aguas. Isaías 49:8–10
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